3.8.14

1981 – SITGES AÑO CATORCE



Como todos los veranos, reemprendo la serie dedicada a la historia de mi querido Festival de Cine Fantástico de Sitges, que ya calienta motores para la edición de este año.

1981, la catorceava edición, fue la última de la vieja etapa, que por muy entrañable que fuera había dejado atrás sus años dorados. Un festival peculiar que mantenía un modelo útil en el tardofranquismo que la llegada de la democracia había convertido en anacrónico. Para el nuevo poder político Sitges parecía una cosa trasnochada e incluso incómoda porque una parte del mundo de la cultura, ahora cercana al poder tras décadas de oposición al viejo régimen, lo veía con malos ojos, recordaba su pecado original y prefería un tipo de cine de mayor prestigio y carga ideológica o, en el caso del ayuntamiento, apoyar sus hoy desaparecidos y entonces prestigiosos festivales de Jazz o Teatro. Al certamen le quedaban dos opciones: morir o renovarse, y parecía mucho más cerca de lo primero.

Los negros nubarrones protagonizaron la semana anterior, cuando el 27 de septiembre de 1981, a pocos días de su inicio, La Vanguardia publicaba la siguiente noticia.

Al suprimir el Ayuntamiento la subvención
El Festival de Cine de Sitges reduce gastos.
Se anulan las invitaciones pará la prensa y otras manifestaciones paralelas del certamen.

Antonio Rafales, titular de Sitges Foto Film, entidad organizadora del Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror, cuya decimocuarta edición debe celebrarse del 3 al 10 del próximo mes de octubre, en Sitges, ha confirmado a La Vanguardia que el certamen ha tenido que reducir drásticamente sus gastos ante la decisión del Ayuntamiento de suprimir la subvención de este año. Según nos ha manifestado el señor Ráfales, el Ayuntamiento de Sitges todavía adeuda a Sitges Foto Film las seiscientas mil pesetas de subvención de la edición anterior. Esta subvención se destinaba en parte a gastos de hospedaje, por lo cual se ha acordado suprimir todas las invitaciones a críticos y periodistas, que destacados en el certamen se hospedaban en hoteles sufragados con aquel dinero. «Todavía debemos los hoteles del año pasado y ahora no nos ha quedado otro remedio que cursar cartas a los periodistas nacionales anulando la invitación. Hemos remitido telegramas en idéntico sentido a los enviados especiales de Francia, Italia e Inglaterra. Con los de los países del Este, no sé qué ocurrirá, porque algunos ya han partido de viaje hacia España».
Otros recortes
El señor Rafales nos ha indicado textualmente «que le retiramos nuestra confianza al Ayuntamiento el cual sigue manteniendo sus subvenciones para otras manifestaciones culturales que se celebran en Sitges». El Festival de Cine Fantástico puede llevarse a cabo gracias a las aportaciones de la Generalitat y el Ministerio de Cultura, así como los ingresos en taquilla y en concepto de publicidad. «Las pérdidas, que las hay, siempre han ido a cargo de Sitges Foto Film». Al denegar el Ayuntamiento la subvención, que se destinaba a viajes, hoteles y gastos de imprenta, Sitges Foto Film ha decidido suprimir la revista diaria del certamen, así como la celebración del segundo Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Amateur y el XXX Concurso Nacional de Fotografía de Sitges, que normalmente se venía celebrando en el mes de diciembre. También el VI Concurso Nacional de Cine Amateur, previsto para el próximo mes de febrero, y, por último, suprimir la celebración de la Exposición Nacional de Fotografías (Premio Noctot 1980).
En cualquier caso, cabe lamentar que el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges —único en el mundo en la faceta competitiva y reconocido por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Filmes vea mermada su difusión.
Antonio Rafales en una escena de El asesino de muñecas

Las explosivas declaraciones de Rafales contra el Ayuntamiento obligaron a que Miquel Porter Moix, historiador del cine entonces en Cultura de la Generalitat, intermediara y pusiera paz. De hecho, fue una figura clave para la supervivencia de Sitges aunque no pudo evitar que las tensiones aumentaran el siguiente año.

Una buena muestra de la mala imagen del certamen subyace en esta nota de Alfons Quintà publicada el 7 de octubre en El País, un periódico que desde su fundación en 1976 apenas le había prestado atención .

Restricciones en el Festival de Cine de Terror de Sitges
El pasado sábado se inauguró el Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges. Está organizado por una entidad privada de carácter local. En este año habrá tres sesiones diarias que concluirán el día 10 de octubre. Entre los filmes presentados no figuran obras dignas de especial mención. Como favoritas destacan las dos últimas realizaciones de Mario Brava (sic): La máscara del diablo y Las tres caras del miedo. Dentro de una política de restricción de gastos, el festival no ha invitado a la Prensa ni publicará su boletín informativo. El certamen nació en 1967, propiciado por el Ministerio de Información y Turismo y las autoridades locales del franquismo. De este modo se imposibilitaba el intento llevado a cabo el año anterior, por sectores de la oposición democrática, de crear un festival cinematográfico de trascendencia cívica. Aquel intento originó una intervención policial y varias detenciones. Para evitar temáticas de orden general —que rápidamente hubiesen chocado con la censura entonces imperante—, los promotores del actual festival decidieron darle carácter monográfico.
Ya en los últimos años de la dictadura, la práctica totalidad de críticos cinematográficos de Barcelona suscribieron un manifiesto político en el que denunciaban la mala calidad del festival y la discriminación de que eran objeto algunos críticos entonces conocidos por su antifranquismo.

Resulta gracioso ver que las dos únicas películas que se destacan sean de la retrospectiva de cine italiano de ese año, que por error se consideran favoritas de la sección competitiva, se indica que son las últimas de su autor cuando en realidad tienen ya sus años (1960 y 1963 respectivamente) y se escribe mal su nombre, que de Bava pasa a Brava .



Las restricciones a la prensa acreditada hacen que sean pocas las noticias que he podido localizar en hemerotecas, y que no cubran el día a día ni todo lo proyectado.

Esta noche se inaugura el Festivál de Cine de Sitges
Un certamen especializado que se desarrollará hasta el próximo día 10
Crónica de Ángeles Maso para La Vanguardia, 3 de octubre de 1981

A pesar de las noticias que circularon en torno a las dificultades económicas del Festival de Cine de Sitges, el certamen abre sus puertas esta noche con la película Hell Night de Estados Unidos. Durante una semana, la fantasía y el terror se dan cita en la villa catalana, tan conocida internacionalmente.
La película que inaugura el Festival, Hell Night, del director Tom DeSimone, tiene como principal intérprete a Linda Blair, la actriz que se hizo célebre con El exorcista. En principio se había pensado en la presencia de la joven actriz norteamericana pero el precio en primera —ella y su acompañante desde Los Ángeles a Barcelona—, del billete aéreo, ha hecho imposible la Invitación. Linda no puede viajar, al parecer, en plan de estrella.
Linda Blair tiene "escasa fotogenia", viste con "mal gusto" y padece un "excesivo desarrollo"
El Festival de Sitges se clausurará el sábado día 10 con la película Fade to Black, fuera de concurso. El jurado está formado por Doru Nastase, director de cine rumano, Jean Rollin, realizador francés, el director de la Cinemateca de Ferrara, Giovanni Morgini, José M. Badal, distribuidor de cine, y el productor Jacinto Ferrer, los dos últimos españoles. En la sección competitiva participan películas de Estados Unidos, Checoslovaquia, Rumania, Yugoslavia, Alemania Federal, Australia, Francia, Japón y España. La retrospectiva está dedicada al cine Italiano.
El Festival de Sitges es el segundo de primera categoría en nuestro país. En este sentido, tenemos el certamen de cine infantil de Gijón y el de Sitges. En todo el mundo hay tres certámenes especializados en este género: el de Avoriaz, el de Trieste y el que todos los años reúne a los aficionados en la Blanca Subur.

Comité cuatripartito

El Festival, creado de un modo personal por Antonio Rafales, su director técnico —“soy responsable de la totalidad de la programación”, nos ha dicho— tiene hoy un comité cuatripartito tal como nos señalaba el jefe de los servicios de cine de la Generalitat, señor Porter Moix. El Ayuntamiento de Sitges, el Ministerio de Cultura, la Generalitat, y la entidad fundadora tienen la misión de mantener la continuación del certamen. Por cierto menos favorecido en subvenciones que otros que gozan de menor categoría ante la FIAIF, la federación que canaliza los festivales internacionales.
Nos reunimos hoy con representantes de dicho comité cuatripartito como ejemplo de que existía una unidad, y de que había la intención de dar soporte y, continuidad a un certamen que cuenta con veteranía. Ha dicho, entre otras cosas, el señor Porter Moix: “Me parece perfecto que este festival se radique en Sitges, que se catalanice y mantenga la importancia que tiene como segundo en España de la categoría. El comité tiene la intención de que el festival se desarrolle con espíritu de apertura y sea exigente en su programación”.

Festival de Sitges, una fiebre de sábado noche
Inauguración con un filme truculento hablado en inglés
Crónica de Ángeles Maso para La Vanguardia, 6 de octubre de 1981

Se inauguró el pasado sábado el XIV Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror con la película Hell Night, de Tom De Simone. En versión inglesa, pero con recursos elocuentes en el cine terrorífico, aptos para todos los entendimientos.

Altos representantes de la comisión cuatripartita que rige los destinos del Festival de Sitges estuvieron presentes en el Retiro, lleno total en la sala como ocurre siempre que a la villa le entra la fiebre del terror. Por la Generalitat, el Jefe de servicios del departamento de Cine de la Conselleria de Cultura. Acompañado del señor Hardison, delegado del Ministerio de Cultura. Y en la presidencia, por supuesto, el alcalde de Sitges, Jordi Serra, así como el cuarto dirigente, Antonio Rafales de Fotofilm, la entidad que ha llevado adelante el certamen desde su fundación. La presencia de estas personalidades, del jurado Internacional y del de la crítica daba a la presentación una solvencia noticiable, para un certamen que parecía amenazado de extinción poco tiempo atrás.

El Festival es políglota

El Festival es políglota antes de que se anime la pantalla. Todos los nombres propios, y los títulos, se pronuncian en cuatro idioma. Pero tanto la cinta de estreno, Hell Night, como muchas otras, se presentan en versión original. Es una cuestión de costes. Las películas casi siempre llegan, se exhiben, y regresan a su origen. No se comercializan. El certamen no tiene argumentos para convencer a la productora de que debe subtitular una copia que no suele tener posterior distribución. No obstante, se está hablando de una traducción simultánea para el año que viene. Veremos.

Linda Blair en primer plano

Hell Night es una película con mucho truco, con suspense, sin ningún tipo de sutilidad estructurada a base de golpes de efecto que se disparan en el momento oportuno. El autor llega a abusar de los mismos. Pero hay que reconocer el buen trabajo de la cámara y la efectiva banda sonora que cuenta con el elemento musical necesario para la alta tensión que pretende crear.
Comienza el filme con una fiesta de fin de curso universitario, bastante desmadrada. El grupo dirigente de una organización para iniciar a dos parejas jóvenes, prepara su estancia en un misterioso castillo que perteneció a una familia desdichada. Es una prueba de resistencia que se convierte en una fiesta sangrienta.
Junto a un grupo de intérpretes no muy populares aquí un nombre que difundió El exorcista, de William Friedkin. Linda Blair, principal intérprete femenina. A la hora de la verdad, o sea al final de la película sale airosa, pero hay que reconocer su escasa fotogenia, su excesivo desarrollo y el mal gusto con que se la ha vestido. Vicent Van Patten y Peter Barton llevan a cabo un buen trabajo interpretativo, sobre todo el segundo. Pero, naturalmente, lo que priva es el mazazo a la sensibilidad del espectador, en el sentido de sobresaltarle y obligarle, como ocurrió el sábado, a soltar algunos gritos e incluso a combinarlos con aplausos. Hell Night es, sobre todo, una película comercial dedicada al público que goza padeciendo durante un buen rato.
 Una chica llamada Travolta
La jornada del domingo, ofreció una película en versión castellana, Experimentos humanos, de Gregory Goodell (Estados Unidos) en la que se daba una visión de cómo puede manipularse al individuo en la cárcel, y de qué modo el ser humano está a merced de quienes ejercen más represión que curación. 

Cinta que cuenta con Linda Hayes, Geoffrey Lewis y Ellen Travolta —la hermana de John y Joey— como principales intérpretes. El parecido es notable. Ni este filme ni New Year’s Evil, sobre un tipo que se dedica a asesinar mujeres y aprovecha la Noche Vieja van a procurar quebraderos de cabeza a los jurados.


Sitges, turística, bulliciosa y tranquila, según el momento y el lugar, continúa siendo el centro de atención de forasteros. El cine es como un telón de fondo frente al que se nos prometen toda serie de estímulos.
Me encanta como la cronista de La Vanguardia comenta que Linda Blair tiene "escasa fotogenia", viste con "mal gusto" y padece un "excesivo desarrollo", una forma elegante de decir que se está poniendo gorda.

Los checos en el túnel del tiempo
Crónica de Ángeles Maso para La Vanguardia, 7 de octubre de 1981

Con La historia de amor, de Ion Popescu (Rumania) y Algo en el aire, de Ludvik Raza (Checoslovaquia), el Festival de Sitges dedica una jornada a los países del Este. La primera ha sido proyectada para las escuelas, lo que me parece que constituye una innovación en este certamen.

Con Algo en el aire, Checoslovaquia se coloca en el túnel del tiempo. No es un tema nuevo, y el último filme que hemos visto al respecto, nos dejó buen sabor: me refiero a Los pasajeros del tiempo, de Nicholas Meyer. La película, que entra en el apartado de competición aquí, es menos espectacular, aunque también más sutil.


Una joven pareja retrocede en el tiempo para encontrar la solución a una incógnita familiar. El abuelo no ha muerto —la urna súbitamente aparece sin las cenizas—, sino que en 1946 dejó el hogar. La nieta encuentra la razón de su partida, al conocer su labor científica, completada casi cuarenta años después por el hombre que ama. Los jóvenes realizan un viaje a 1946 y logran recuperar a un joven abuelo.
Este salto atrás, que puede tener un significado político, es a la vez historia de amor, engarzada en el tema de ciencia-ficción. Los personajes de la historia —explicada sin excesivo sentido del humor, pero con cierta finura— definen la época, sobre todo a través de los sentimientos. La nieta, Zlata Adamovska, dice algo muy bello: “Casi siempre ayudamos a nuestros descendientes; ¿por qué no podemos ayudar a nuestros mayores?”. Lo que queda en primer plano es la dificultad de vivir el presente con la mirada fija en el pasado.

Sitges: El Festival frente a su futuro
«Continuará y mejorará» anunció Miquel Porter Moix en la sesión de clausura
Crónica de Ángeles Maso para La Vanguardia, 13 de octubre de 1981

La última noche del certamen de Sitges, gran lleno en El Retiro, única sala que ha funcionado este año. Parlamento de los responsables, bajo el signo de la brevedad. Agradecimiento a los asistentes por parte de Antonio Rafales, fundador. Y palabras de Miquel Porter: «El festival continuará, habrá tantas ediciones como sea necesario y mejorará».

Eran las palabras de clausura del responsable de la Generalitat; en cuanto a cine, Sitges se despidió del certamen de cine con Fade to Black, de Vernon Zimmerman, presentada en versión inglesa, aunque llegaba fuera de concurso y cuando los premios estaban dados y bendecidos. El galardón, concedido a Borowczyk, mejor realizador, fue protestado. Con todo, su categoría de buen visualista, está suficientemente demostrada.

La cinta de Zimmerman se estructura con un personaje clave en primer piano: Eric Binford que arregla cassettes, películas y proyectores, pero que ha montado su vida como una réplica a la mitología del cine. Basta decir que antes de dar los buenos días a su familia, se los da a Humprey Bogart. Posters y fotografías le acompañan en su cuarto.

Viaje a Hollywood
O sea que Eric hace todos los papeles. Y cuando mata es copiando los tipos y las circunstancias que protagoniza el cine. Los homicidios que realiza copian los de la pantalla. Se viste de Drácula, de cowboy, de gángster. Su ídolo central es Marilyn Monroe. Conoce a una chica, y acto seguido la identifica. La convierte en figura de una escena que reproduce una secuencia de El príncipe y la corista, con la modelo en y su propia persona, como actores. La verdad es que la chica se parece más a Agatha Lyss que a la Monroe, pero para Eric, todo es sueño.
La película nos permite una excelente incursión por Hollywood, pero no proporciona el interés que habíamos previsto, vista la fama de Fade to Black. Dennis Christopher cumple, simplemente, como eje de la trama, el curioso asesino del celuloide.

El filme acusa una indudable ambigüedad, la pretensión de juego psicológico no se desarrolla, sin profundidades. La conexión entre la realidad y la ficción —el cine que inspira a Eric, las escenas míticas, sobre todo con James Cagney— no llega a la altura que hubiéramos deseado. Pero el certamen mejorará como anunció Miquel Porter Moix, jefe de servicios del departamento de cine de la Conselleria de Cultura, permanecerá. Los aplausos mostraron el calor de la esperanza de los asistentes al Festival de Cine Fantástico y de Terror que se clausurará con una cena en el Casino de Barcelona con las autoridades representativas en la presidencia.

El diario ABC se hacía eco, el día 13, de la nota de la Agencia EFE con el palmarés de aquel año

Premios del Festival de Cine de tenor de Sitges

SITGES (Barcelona) (Efe). El Jurado del Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges ha dado a conocer el fallo correspondiente a la XIV edición de este certamen cinematográfico, que se ha celebrado desde el pasado día 3.

Presidió el Jurado Doru Nastase, director de cine rumano, con participación del realizador cinematográfico francés Jean Rollin; el director de la Cineteca de Italia, Giovanni Mongini; el distribuidor español Josep María Badal, y el productor también español Jacinto Ferrer.


El primer premio, Clavel medalla de Sitges plata dorada al mejor realizador de largometrajes ha sido otorgado a Valerian Borowzyk (Francia), por su película Doctor Jekill et les femmes.

Los restantes premios correspondieron a Mircea Bogdan (Rumania), como mejor actor, por su interpretación en la película Una historia de amor, y a Linda Haynes, (Estados Unidos), como mejor actriz, por su interpretación en la película Experimentos humanos.

Asimismo, David Ambrose (Australia) consiguió el premio al mejor guión, correspondiente a la película The survívor, y Jochen Richter (República Federal Alemana) se adjudicó el primer premio de fotografía, por su trabajó en El nacimiento de una bruja.

Por otro lado, el equipo técnico de la película norteamericana Hell night consiguió el premio a los mejores efectos visuales, y Lubomir Benes (Checoslovaquia), consiguió el primer premio al mejor realizador de cortometrajes, por su trabajo en Ral a Skrítek.

Por otra parte, el Jurado internacional de la crítica, elegido mediante sorteo entre los representantes de los medios informativos acreditados en el Festival, otorgó el Clavel medalla de Sitges plata dorada a la mejor película de este Festival, al director David Hemmings (Australia), por su película The survivor. Asimismo, se concedió una mención especial al filme del director David Kronemberg (sic), Cromosoma tres.

Dado que no todas las películas proyectadas tuvieron espacio en prensa, paso a listar el resto que constan en el catálogo conmemorativo de aquel año. Como venía siendo la tónica de años anteriores, la programación era una extraña amalgama principalmente de serie B de habla inglesa y cine europeo de los países del Este. No era nada del otro mundo pero tenía sus joyitas.


El nacimiento de una bruja
(Geburt der Hexe; Wilfried Minks, RFA, 1980)
Ignota peli alemana sobre brujas de la Edad Media


Cromosoma 3
(The Brood, David Cronenberg)
Sin duda, lo mejor de ese año, firmado por un director al que Sitges dedicaba su atención desde el primer momento. Hace tiempo que no la repaso, pero siempre me ha gustado mucho.


Terror en el tren de medianoche
Única muestra del cine patrio de ese año, dirigida por Manuel Iglesias, el recuerdo que guardo de ella cuando la vi es bastante pobre. Los años de nuestro terror pop quedaban ya atrás.


The Survivor
Otro de los títulos más interesantes, y aportación de aquel año del cine fantástico australiano que tantas alegrías había dado años anteriores, aunque cada vez menos. Vi la película de David Hemmings en su momento, cuando se estreno, y ya ni me acuerdo de qué iba, aunque creo que era aburridilla.


Krvavá Pani (Dama de sangre)
Desconocida, para mí, largometraje checo de animación, dirigido por Viktor Kubal, se basaba en la leyenda de la sangrienta condesa Bathory. Lo cierto es que por lo que he visto por ahí no tiene mala pinta.


Docteur Jeckyll et les femmes
Peli del esteta erotómano Walerian Borowczyk que ya habíamos olvidado. No recuerdo haberla visto y el público de Sitges abucheó al director cuando recibió el premio al mejor realizador. La presencia en Sitges del director de La Bette despertó el interés de la prensa e incluso le entrevistaron para La Vanguardia.


Time Slip
Peliculón japonés al que dediqué una reseña entusiasta en la prehistoria de este blog.


X-Ray
Serie b de psicópata slasher dirigida por Boaz Davidson más conocida internacionalmente como Massacre Hospital. Aquí se distribuyó en vídeo como Rayos X


Furtche dich nicht Jacob
No tengas miedo, Jacob, otra desconocida peli alemana, esta sobre judíos perseguidos por un crimen que no han cometido en la Europa del siglo XIX


Atrapados
Desconocidísima peli estadounidense rodada en español con actores portorriqueños.


Devate Srdce
Una checa de Juraj Herz para la sección informativa

La retrospectiva estaba dedicada al cine italiano y tenía unas cuantas obras maestras y alguna rareza:
los clásicos Las Tres caras del miedo y La máscara del demonio de Bava; La décima víctima, adaptación de Robert Sheckley a cargo de Elio Petri; 5 tombe per un médium y La vendetta de lady Morgan, ambas de Massimo Pupillo (1965); La amante del vampiro de Renato Polselli;
Dante nella vita e nei tempi suoi (Domenico Gaido, 1922) y I pianeti contro di noi de Romano Ferrara. Con algunos de sus bellos carteles me despido hasta la próxima entrega: 1982, un año de transición hacia una etapa brillante.



Entregas de esta serie:

1967 - Sitges Año Cero
1968 - Sitges Año Uno
1969 - Sitges Año Dos
1970 - Sitges Año Tres
1971 - Sitges Año Cuatro
1972 - Sitges Año Cinco
1973 - Sitges Año Seis
1974 - Sitges Año Siete
 
1975 - Sitges Año Ocho 
1976 - Sitges Año Nueve  
1977 - Sitges Año Diez
1978 - Sitges Año Once 

3 comentarios:

Albesti dijo...

Recuerdo "El superviviente" "The survivor" en el cine de mi pueblo. Allí traían sobre todo serie "B", bruce le y compañía, que les encasquetaban a cambio de que en el lote hubiera alguna medio buena (tipo Flash, o alguna de Jerry Lewis)
Salí bastante afectado, la verdad, después de verla. Es de un piloto de avión comercial, cuyo avión estalla y mueren todos menos él, que surge de enmedio del fuego sin un rasguño, sin recordar nada y sin saber qué ha pasado. Lo que pasa luego, (casi que ni lo entendí ya tendría 10 años o así), es una investigación de los sucedido y los familiares de las víctimas que le echan la culpa a él por haber sobrevivido y sus seres queridos no. Me impactó sobre todo el final, que todavía recordaba con miedo años después. Y por supuesto, si haber entendido el por qué.
Unos meses u años mas tarde ví otra peli (o igual era una serie) en la tele, que me recordaba mucho a esta, en la que desde el futuro recogían futuras víctimas de aviación, paraban el tiempo, fabricaban clones sin vida de las víctimas, los vestían y los volvían a colocar de nuevo en sus asientos. En mi ingenuidad infantil, deseaba que aunque no tenían ninguna relación, esa fuera la explicación o el final feliz que no le encontraba a la pelicula de "El superviviente".

Radar dijo...

No tengo el gusto de la primera, habrá que echarle un vistazo. La segunda que mencionas es Millenium, en la que salían una ex-Ángel de Charlie y Kris Kristofersson, y basada en un cuento corto de John Varley. La película no está mal aunque tiene pocos medios. Lo que más me gustó fue, por primera vez, tener esa revelación de "oh,esta historia me suena; oh, esto ya lo leí yo antes!".

A propósito, Sr. Ausente, me encantan sus crónicas de Sitges porque es también un poco como Cuentame, y el recuerdo de toda una época usando un punto fijo de referencia. Lo del "excesivo dessarrollo" de Linda Blair es una joya. Quién dijo que ahora somos prisioneros de la corrección política? no hay nada nuevo bajo el sol.

VideoJeur dijo...

Gracias por los impagables posts sobre Sitges, espero con ansiedad los siguientes. Vi hace un tiempo The surviver y guardo un buen recuerdo de ella, en la linea del mejor fantastico australiano que todavia coleaba.