3.3.06

MODESTIA


Cuando me percaté de que Planeta tenía anunciada la edición de Modesty Blaise para el mes de febrero que acabamos de dejar, recuperé los siete números que editó en 1988 y una de cuyas portadas preside este post. La intención era ir releyéndolos, entre negro y negro, para poder hacer un textito con la serie fresca en el cerebro y justo antes de su aparición en las librerías. Al final, y por una vez en la era reciente, Planeta sacó el tebeo en la fecha programada y yo me quedé a medias. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, dicen, y aunque aún no he visto la nueva edición (la vieja, en comic book, es visualmente un desastre, al comprimir cinco tiras por página, obligando a una lectura físicamente esforzada).

Modesty Blaise nació en 1962, un poco al amparo del éxito de las novelas de James Bond, aunque sus caminos fueron diferentes. Bond fue primero literatura de bolsillo, luego héroe cinematográfico y finalmente personaje de cómic. El camino de Modesty fue el inverso, y de la misma manera que no se puede comparar la extensa saga bondiana para el cine con la exigua, irregular, delirante y deliciosamente pop adaptación cinematográfica de Modesty realizada por Joseph Losey, tampoco se pueden comparar los personajes en sí. Aproximarse a esta chica dura desde el punto de vista del agente 007 es quedarse corto y ser estrecho de miras, por mucho las conexiones existan las distancias son insalbables. Y en el terreno del cómic Modesty Blaise sale triunfadora por KO técnico gracias a la labor de sus creadores: Peter O'Donnell y Jim Holdaway.



No puedo decirles que Modesty Blaise es una obra maestra a la altura de Rip Kirby porque no es cierto, pero sí que es una estupenda serie de agentes secretos donde todas las tramas funcionan a la perfección. La palabra creo que es eficiencia narrativa: rigor argumental donde nada falta y nada sobra, con los muy británicos lápices de Holdaway y sin perder de vista que se trata de una serie de acción enmarcada en un género que tuvo sus años de gloria en los 60 y de la que es máximo exponente. El objetivo es entretener y lo consigue sin ceder un ápice de seriedad.

La estrella, obviamente, es el personaje, esa chica dura de mediterráneos rasgos afilados, uno de los primeros personajes femeninos en alejarse de los estándares de novia eterna y frágil. Modesty es dura, fría, metódica y peligrosa. Su partenaire, Willie Garvin, experto en el uso del cuchillo, es su obediente ayudante sin que entre ellos se establezca una relación romántica o sexual al margen de la sumisión de éste a las órdenes de ella, experta tiradora, hábil en el uso del kongo (una pequeña cachiporra que cabe en un puño) y de las artes marciales (lo cual me lleva a una refelxión: habitualmente se establece la irrupción de Bruce Lee y sus precedentes inmediatos de la Shaw como punto de partida de las artes marciales en la cultura pop occidental, olvidándose injustamente de que ya eran habituales en los agentes secretos de la era beat). Además de la violencia, de las tramas típicas del espionaje y el thriller policiaco, la serie se enriquece con una sensualidad light muy de la época y una cierta liberación sexual de sus protagonistas (uno, incluso, se atrevería a hablar de bisexualidad de la fémina agente por su relación con Jeannie Challon).

Por cierto, el amigo Ricardo Vigueras explica muy bien que algunas viñetas proceden de la edición censurada de los 80, como ya pasaba en los comic books y así informaba Planeta. Seguramente se han usado los mismo fotolitos para ahorrar costes y cayendo, por tanto, en un problema grave como es el aumento del tamaño de las bragas del personaje. EN el enlace lo verán muy claro. Veremos lo que pasa cuando llegue el turno de la aventura "Tio Feliz", donde por problemas de reproducción se acudió directamente a las tiras de la agencia Zardoya, con una traducción un tanto sui generis como la de la viñeta que les muestro a continuación. Por cierto me dicen que las tiras donde se narra el origen e infancia del personaje no parecen en el primer número (de hecho son cronológicamente posteriores en cuanto a realización). Aún así, sigo recomendándola porque está muy bien, coño.


Y para acabar, una breve referencia a los villanos, siempre tan importantes y básicos en una serie de estas características. Y es que son esos arquetipos encantadores que tanto me gustan. Potencias comunistas, secretas organizaciones especializadas en el asesinato como La Machine, el célebre y ambiguo Gabriel (el personaje que en cine encarnó con humor Dirk Bogarde), chinos pérfidos como Mister Sun, guerrillas del Vietcong especializadas en el tráfico de drogas, videntes extrasensoriales al servicio del Mal como Mrs. Drake o esa encantadora pareja especializada en la trata de blancas que son Walter Dee y Lucy, una rubita maligna a la que le encanta juguetear con sus prisioneros. Les dejo unas cuantas viñetas protagonizadas por algunos de ellos para que se hagan una idea.







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