22.11.05

LA GRAN CONSPIRANOIA CUMPLE AÑOS



El 22 de noviembre de 1963, hoy hace 42 años, el descapotable presidencial giraba en Dealey Plaza y encarrilaba Elm Street, la calle de Freddy Krueger. La muerte de John F. Kennedy ("Jack" para los amigos) supuso el nacimiento de la gran conspiranoia. Castristas, anticastristas, la mafia, Lee Harvey Oswald, Aristóteles Onassis, Marilyn Monroe, el Clan Sinatra, la televisión, el Super 8 de Zapruder, la Comisión Warren, Nixon, Jaqueline, Jack Ruby, Vietnam, Bahía de Cochinos, la Unión Soviética, Robert Kennedy, el cerebro desaparecido y congelado, Walt Disney, la carrera espacial, el falso viaje a la luna, la religión católica, el Watergate, la crisis de los misiles, la bomba atómica, la CIA, los Estados Unidos de América. La madre del correro de la Segunda Mitad del Siglo XX. El momento en que el magnicidio histórico se cruza con el PoP. La gran paranoia. El nacimiento de la imagen como gran ente mediático y todopoderoso. La televisión. La verdad está en los Mass Media y en los Underground Media. Les invito a una pequeña y breve guía pop ausente visual comentada.



Los debates televisivos entre Richard Nixon y JFK forman parte de la historia de la televisión. Se desarrollaron a lo largo de octubre de 1960, fueron los primeros en emitirse en directo, arrasaron audiencias y dieron un giro a las encuestas, que entonces daban ventaja a Nixon. Según los expertos, el sudor del candidato republicano fue la clave de todo. La democracia encarrilaba su transformación mediática catódica. Nixon sería, al final, presidente y acabaría dimitiendo por el Watergate. Nixon era el presidente cuando mi consciencia televisiva empezaba a tomar forma. El final del Vietnam y su dimisión se arrejuntan en mi memoria como algo muy lejano e hipnótico. Fue mi primer Joker real televisivo.



El matrimonio mediático entre el pueblo norteamericano y su joven presidente, el único de religión católica, fue total. Aquí tenemos una bonita estampa familiar en la que la clase media contempla embobada el mensaje presidencial en plena crisis de los misiles. Se supone que muy cerca hay una trampilla que lleva directamente al bunker de protección atómica. El pijama a topos del varón primogénito es hermoso y, quien sabe si este mozalbete dejaría crecer su pelo, llevaría camisas con amebas y tomaría LSD diez años más tarde.



Mr. Zapruder andaba por ahí con su Super 8. Un magnicidio en vivo y en directo y un celuloide analizado hasta la saciedad. Número de disparos que se escuchan, gente que hace extraños movimientos, trayocteria de la(s) bala(s). La instantánea en que se ve el cerebro de Kennedy salir disparado es un ejemplo de gore histórico. La frase "levantar la tapa de los sesos" aplicada a un mandatario. Y en plena Elm Street. Menuda pesadilla para la niña que paseaba por el césped.



Maniquí que reproduce la autopsia de JFK. Para la comisión Warren fue obra de un sólo proyectil. El cerebro, por cierto, desapareció. En la actualidad es posible que siga vivo conectado a cables, como una gran omnimente. O quizás descanse congelado junto al de Disney. UBIK.



La tumba de un presidente de los Estados Unidos de América. Desconozco si la de su hermano Robert ("Bob" para los amigos), asesinado unos pocos años más tarde tras declararle la guerra a la mafia, está cerca.



La tumba de un presunto magnicida. Tan sólo el primer apellido. Sin fechas. Sin nombres. Como una marca. La marca del Mal Media.



Marilyn Monroe en una foto en la que siempre me ha parecido preciosa. Presunta amante del presunto promiscuo JFK. Presuntamente presentada al presidente por un miembro del clan Sinatra. Presunta suicida quince meses antes del asesinato del presidente al que le cantó aquello del Happy Birthday . 60-90-60.



Muñeca a imagen y semejanza de Jackie Kennedy, la novia de América. Esposa de presunto infiel. Futura viuda. Futura archimillonaria.



Portada de la revista Life en la que vemos a Jacqueline cuando aún se apellidaba Bouvier. Luego fue Kennedy. Acompañaba a su esposo en el descapotable presidencial. Casada en segundas nupcias con el multimillonario griego (naviero y presunto traficante de armas) Aristóteles Onassis. Hay quien cree que fue éste el cerebro detrás del crimen. Un acto de caballerosidad.




Lee Harvey Oswald con su fusil en la célebre portada de la revista Life. Un arma en manos de un desiquilibrado emocional. Hermosa metáfora sobre los EE.UU y su derecho a vivir armados para proteger su hogar. Ex-marine. Vivió en la URSS, donde conoció a Marina Alexandrovna Nikolayevna Medvedeva Prusakova. Presunto magnicida. Asesinado dos días más tarde por Jack Ruby. Su cuerpo fue exhumado en 1981 para continuar con las investigaciones.



Una de las fichas policiales de Jack Ruby. Asesino de magnicida. Mafioso de tercera categoría. Regente de tiñosos clubs de striptease. Conoció a Al Capone, Marilyn y Fidel Castro. Hay quien dice que le iban los caniches.




La célebre instantánea en la Jack Ruby liquida a Lee Harvey Oswald. La cara, el gesto, el rictus del agente federal que acompaña al magnicida siempre me ha fascinado enormente. Hay, en ese instante corporal toda una historia. Conspiranoia.

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